La Visión Islámica de la Mujer POR: Dr. Donald T. Moore ¿Que nos dicen el Corán y la tradición islámica acerca de la mujer?1 Para saber tenemos que consultar ciertas enseñanzas claves del Corán y de las colecciones del "Hadith" ("historia"). Este es una colección de dichos y ejemplos de cómo Mahoma actuaba y se comportaba. Después del Córan, el Hadith tiene la más alta autoridad en el Islam. Luego presentaremos un contraste de la perspectiva desde los textos sagrados del cristianismo. Los hombres creados superiores a las mujeres Dos pasajes claves del Corán revelan la posición de la mujer frente al hombre. En el primero, Sura (capitulo) 2:223 nos informa: las mujeres "tienen derechos equivalentes a sus obligaciones, conforme al usa, pero los hombres están un grado por encima de ellas."2 Este pasaje tiene que ver con los derechos en el divorcio y comienza indicando que los hombres y las mujeres tienen derechos similares, pero no son los mismos porque "los hombres están un grado por encima" de las mujeres. ¿Por qué los hombres están un grado por encima de las mujeres? El siguiente pasaje arroja más luz para que entendamos mejor la ventaja de los hombres sobre las mujeres. En Sura 4:34 Alá revele al profeta Mahoma que "Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Dios ha dado a unos más que a otros y de los bienes que gastan." La razón, entonces, es que los hombres tienen que cuidar de las mujeres ya que ellos fueron creados superiores a ellas. El su Hadith, Al-Bukhari, el más respetado comentarista musulmán sobre el Corán, apuntó esta explicación: El hecho de que "Ala ha hecho uno de ellos para tener autoridad sobre la otra significa que los hombres tienen autoridad sobre las mujeres y están más capacitados que ellas para hacer ciertas tareas. Por eso, La autoridad del profeta fue exclusiva de los varones, igual que otros importantes puestos de liderato. El Profeta dijo, 'La gente que designa a la mujer para ser su líder nunca logrará el éxito… Tal es así en el caso de designar a mujeres como juezas o a otros puestos de liderato."3 'Esta explicación claramente señala la superioridad de los hombres sobre las mujeres y eso es así porque Alá los hizo de esa manera. Además, para despejar cualquier duda sobre esta relación hombre-mujer, Sura 4:34 del Corán afirma: "Las mujeres virtuosas son devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Dios manda que cuiden. ¡Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas." Según este pasaje del libro más sagrado del Islam, el hombre debe disciplinar a las mujeres que él teme, o cree, que sean rebeldes. En sus instrucciones a Mahoma, Alá mencionó una serie de acciones que el hombre debe tomar si terne la desobediencia femenina: amonestadlas, dejadlas solas y pegadles. En esencia estos versos afirman que Alá hizo a la mujer inferior al hombre,4 por eso, el tiene la responsabilidad de disciplinarla, aun hasta el punto de "pegarle." La lógica de todo esto para el musulmán típico es: "Si la visión coránica de las mujeres fue dada por Dios, entonces esa visión, sin importar que esté de acuerdo o no con la perspectiva cristiana sobre elles, es la correcta. O sea, ya que es la revelación verdadera, entonces es la verdad "Esta lógica y conclusión no buscan cambiar al Islam y/o con el propósito de convencer a los del Occidente que el Islam es atractivo para ellos. Cabe señalar que no es cierto que el Islam le haya dado derechos y privilegios nunca gozados por ella en otros sistemas religiosos.5 El intelecto de la mujer y su vida después de la muerte ¿Qué más enseña la revelación del profeta Mahoma acerca de la mujer? En Sura 2 del Corán, Mahoma especificó el número de testigos y su sexo para los contratos escritos en relación con una deuda fija. En su enseñanza para lo que Alá requería en cuanto a los testigos, dijo: "Llamad, para que sirvan de testigos, a dos de vuestros hombres; si no los hay, elegid a un hombre y a dos mujeres de entre quienes os plazcan como testigos, de tal modo que si una yerra [por el olvido], la otra subsane su error" (Sura 2:282). Según el Corán, cuando no haya un segundo hombre, debe haber dos mujeres como testigos para sustituirle debido a la tendencia de las mujeres a olvidar. Evidentemente hay algún problema o defecto con la mente de la mujer si tiende a ser olvidadiza. La explicación de Mahoma de esta situación aparece en Sahib Muslim 142. El Profeta tuvo una visión del infierno y vio que la mayoría de sus moradores eran mujeres. Una mujer le preguntó por qué, había más mujeres en el infierno que hombres. Mahoma respondió: "yo no he visto a ninguno que faltara al sentido común y fallara en la religión pero (a la vez) ni robando la sabiduría a los sabios, aparte de ti." Al escuchar esto, la mujer le preguntó qué estaba malo con el sentido común de las mujeres. A esta pregunta Mahoma respondió: "Su falta de sentido común (puede ser bien juzgada y concluido de) la evidencia de que dos mujeres son iguales a un hombre, eso mismo es una prueba de una falte de sentido común."6 A pesar de que este argumento sea circular, o sea, uno que acepta por supuesto lo que propone probar, hace evidente la visión de Mahoma sobre el intelecto de las mujeres: les hace falta el sentido común. Este dicho acerca del intelecto femenino viene de dos de las colecciones del Hadith más confiables: Sahih Muslim y Sahih al-Bukhari. Por lo tanto, está firmemente establecido que Mahoma enseñó que las mujeres tenían un intelecto deficiente y defectuoso. La opresión de las mujeres y el abuso físico La visión de la mujer en Sura 4:34 ha sido cuestionada. La mayoría de las versiones traducen la palabra arábica coma pegar o azotar. Si los hombres temen la rebelión de las mujeres, deben azotarlas o pegarles coma parte de su acción disciplinaria. Fíjate bien, según este Sura, la mujer no tiene que haber cometido ningún acto malo; el hombre sólo tiene que temer o tener en cuenta su rebelión. A pesar de que a veces los musulmanes alegan que se trata sólo de una palmada suave, sin la intensión de hacerle daño físico, en Sahib Muslim, Aisha, la esposa favorita del Profeta, informó que Mahoma le pegó tan fuerte que le causó dolor,7 y ella evidenció desprecio por esa clase de disciplina. En Sahib. al-Bukhari 5825, Aisha afirma: "Yo no he visto a ninguna mujer sufrir tanto como las mujeres creyentes. ¡Fíjate! su piel luce más verde (por una contusión) que sus ropas."8 A veces los musulmanes alegan que Aisha fue una mentirosa y, por ende, merecía el castigo que recibió. Esa misma reacción de parte de ellos destaca una diferencia principal entre la perspectiva sobre la mujer en el Islam y en la fe cristiana. No existe ningún pasaje o versículo bíblico donde Jesús o algún apóstol afirmara que una mujer debía ser azotada o castigada por una mentira, o por otros pecados. ¡Ni siquiera por la prostitución! Al contrario Jesús se opuso al apedreamiento a una mujer encontrada en el mismo acto de adulterio (Jn. 8:1-11). Otra posible reacción de los musulmanes en cuanto a la cuestión de pegar o castigar a la mujer viene de la colección del Hadith de Sunan Abu Dawud. En el pasaje 2141, Mahoma dijo: "No pegue a las doncellas de Ala." Es cierto que esta aseveración aparece como parte del Hadith en el cual el contexto más completo presenta un cuadro muy diferente. Inmediatamente después de esa cita, el pasaje sigue diciendo: "Pero cuando Umar vino al Apóstol [Mahoma] de Alá y dijo: 'Las mujeres se han hecho más bravas hacia sus esposos,' el Profeta dio permiso a pegarles." Para apoyar aún más la autoridad de un esposo en relación con el derecho de pegar a su esposa, Mahoma afirma en el siguiente Hadith, 2142, que "al hombre no se le preguntará la razón por pegar a sus esposas." Por consiguiente, la interpretación de Mahoma del Sura 4:34 está bien clara ahora. En el Islam un esposo puede pegar a su mujer y, aún más, puede recibir no sólo la aprobación sino también la bendición del mismo profeta.9 La importancia de usar el Hadith para interpretar este pasaje y otros del Corán tiene que ser subrayado. Tener la propia interpretación de Mahoma en los dichos coleccionados en el Hadith es mucho más contundente que depender de una interpretación propia nuestra del Sura 4:34. La opresión de las mujeres en el control sexual La cuestión de que si los hombres controlan a las mujeres en el Islam a veces se debate sin investigar los pasajes explícitos del Corán en relación con ellas como objetos sexuales. En Sura 2:223, Mahoma reve1ó: "Vuestras mujeres son campo labrado para vosotros. ¡Venid, pues, a vuestro campo como queráis, haciendo preceder algo para vosotros mismos!" De primera vista, tal vez este pasaje no parezca decir mucho, pero la explicación de Mahoma en el Hadith del mismo establece la base para el control del hombre sobre la intimidad sexual de la esposa. En su comentario sobre Sura 2:223 el Profeta afirma: "Por Aquél en cuya Mano es mi vida, cuando un hombre llama a su esposa a su cama, y ella no responde, El que está en el cielo es disgustado con ella hasta que su esposo esté complacido con ella."10 Aún más, los ángeles la maldicen hasta el amanecer." Alá. está disgustado con una mujer hasta que ella satisfaga sexualmente a su esposo cuándo y cómo el quiera. ¿Cuales son las implicaciones de esa doctrina? Se deduce del pasaje que la gratificación sexual del hombre está relacionada directamente con la recompensa de una mujer en el cielo o su castigo en el infierno. At-Tirmidhi, una autoridad musulmana, declara: "Si una mujer muere mientras que su esposo está complacido con ella, entrará en el paraíso."12 Esta doctrina eleva la sexualidad en uno de los factores más importantes para determinar su salvación eterna y, a su vez, establece que el juicio está directamente atado a la voluntad del esposo. Un escritor resume la discriminación contra la mujer señalando que la superioridad del hombre se basa en los mandamientos en el Corán. Los hombres tiene permiso explícito de casarse con varias mujeres (poligamia), pero las mujeres no tienen el mismo permiso explícito o derecho a casarse con varios hombres (poliandria). El Corán da al hombre una ventaja porque puede divorciarse de sus esposas, pero no especifica el mismo derecho para la mujer. Según Haykal, una autoridad islámica, el mismo Mahoma aprobó un azote doloroso o azotar a una sierva hasta que ella dijera la verdad al Profeta de Alá;15 en parte ese ejemplo junto con los dichos coránicos da al esposo el derecho de pegar a su esposa. Además, ella, no los varones, tiene que usar un velo para cubrirse la cara o rostro, pararse detrás de sus esposos y arrodillarse detrás de ellos en la oración.16 Efectivamente en las dos mezquitas que he visitado, una en Níger en Africa y otra en la isla de Trinidad en el Caribe, las mujeres hacían sus rezos detrás de sus esposos, pero no podían estar en la misma nave del edificio. En el primer caso las mujeres tuvieron un lugar detrás de los hombres, distante del Imán (el líder espiritual que dirigía la reunión) en un segundo nivel donde la vista a la ceremonia fue obstaculizada17 y, en el segundo caso, se reunían detrás de sus esposos, detrás de una pared que separaba a los dos géneros e impedía la vista de la mujer porque se encontraba en otro salón aparte sin poder ver al Imán dirigir los ritos. ¿Es el velo de selección libre? Otro pasaje del Corán en Sura 24:31 especifica que las mujeres deben bajar "la vista con recato (modestia), que sean castas y no muestren más adorno que los que están a la vista, que cubran su escote con el velo y no exhiban sus adornos" sino en la presencia de ciertos miembros de la familia, los esclavos, los siervos libres de necesidades físicas o de los niños pequeños que no tienen un sentido de vergüenza ante el sexo. Si unimos estos dos textos coránicos, el propósito, método y mandato para el uso del velo se comprende mejor. Las mujeres deben cubrir sus cuerpos en la presencia de aquellos que pudieran sentir una atracción sexual hacia elles y "molestarlas" o "fastidiarlas." También Mahoma ordenó el uso del velo para sus propias mujeres y distinguió a sus esposas de las esclavas debido a su uso.18 Según Sahib Bukhari, una de las esposas de Mahoma, Safiyya, fue “mandada a usar un velo."19 Por lo tanto, si una mujer musulmana sigue el ejemplo impuesto por Mahoma y sus enseñanzas, debe usar el velo, el shador o el burka. Concluimos, pues, que en los pasajes sagrados según el Corán no existe una selección libre de parte de la mujer. Es su obligación sagrada usarlo, pues "el velo hace entrar a la mujer musulmana en un anonimato total.”20 A base de este repaso de varios textos del Corán y sus interpretaciones tradicionales musulmanas es obvio que las mujeres están sometidas al control masculino en el Islam y eso es contrario a la percepción popular en el Occidente. En última instancia, según el Islam, la mayoría de los seres humanos en el infierno son mujeres debido a sus muchos problemas, incluso su falta de gratitud hacia sus esposos.21 Cualquier mujer musulmana que afirme que ella tiene autocontrol sobre su vida y que disfruta de igualdad con el hombre en su religión, a lo menos, está obligada a reconciliar eso con los textos coránicos ya mencionados. La perspectiva cristiana con respeto a la mujer Conviene seleccionar tres áreas del enfoque bíblico sobre de la mujer: primero, la mujer en la creación, segundo, la mujer en esta vida y tercero, la mujer en el más allá. Una de las razones de limitarnos a estos tres aspectos se debe a la necesidad de abreviar la discusión aquí. No obstante, el rol de la mujer en relación con la doctrine fundamental bíblica de la resurrección de Cristo en la fe cristiana amerita ser examinado. La mujer en la creación. En el primer relato de la creación, Dios creó al hombre y a la mujer a su semejanza (Gn 1:27 NTV). Ambos eran recipientes de la imagen de Dios, lo cual significa que en lo humano se le incorporó a Eva las mismas características esenciales en su naturaleza como a Adán. Ambos relatos de la creación demuestran una igualdad de los dos en cuanto a su naturaleza humana. Esta igualdad está ausente en los relatos islámicos.22 Después de la creación del hombre y la mujer, Dios mandó a Adán y a Eva a dominar y señorearse sobre la tierra. Fíjate bien que Dios se dirigió a ambos — al hombre y a la mujer: "Dios los bendijo y les dijo: 'Fructificad y multiplicaos y llenad la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra.’”(Gn 1:28). Como consecuencia, en la creación de la pareja, la participación de la mujer significaba que tenía la responsabilidad de ser una co-gobernante, junto con su esposo, Adán. Al final de su obra de creación, Dios vio la creación que había hecho y dijo que todo estaba muy bien (Gn 1:31). Es importante señalar que Eva fue parte de su creación que Dios dijo que "era muy buena."23 Cabe señalar, además, que la creación de la mujer de la costilla del hombre no se presenta en Génesis de forma negativa, a pesar de que un musulmán tal vez así lo La mujer en esta vida. Según los textos bíblicos, la mujer piadosa es una persona capaz y digna de confiar. Como esposa la literatura de sabiduría afirma que una mujer excelente es más preciosa que los rubíes. Trabaja mucho y provee para su propia familia y aun toma importantes decisiones financieras. Es sabia y enseña a otros a ser amables. Tiene fuerza en sus brazos y se viste de vigor y dignidad. La mujer ha de ser alabada porque es una bendición (Proverbios 31). En el Nuevo Testamento Pablo describe a las mujeres como personas por las cuales los hombres deben estar dispuestos a morir. En Efesios 5:25-26 el apóstol manda: "Esposos, amad a vuestras esposas, así como también Cristo amó a la iglesia y se entregó a si mismo por ella, a fin de santificarla..." ¿Cómo amó Cristo a la iglesia? Tanto que estaba dispuesto a ser crucificado por ella. Si el esposo ama a su esposa como Cristo amó a la iglesia, el marido cristiano debe estar dispuesto a sufrir por ella, aun hasta la muerte. Las mujeres y la resurrección de Cristo. Finalmente, cabe destacar que en cada uno de los cuatro evangelios las mujeres fueron las primeras personas que testificaron de la tumba vacía y del Señor resucitado. Así que fueron las primeras en dar testimonio público de la resurrección de Jesús. Dios el Padre de nuestro Señor Jesucristo dio a las mujeres el honor y la responsabilidad de testificar a los hombres de la doctrina fundamental del cristianismo. Si se compara solamente este privilegio de las mujeres en la fe cristiana con todos los versos relacionados a las mujeres en el Corán, la diferencia en nivel de respeto25 por ellas causa gran admiración. En el cristianismo, Dios confió a las mujeres la responsabilidad de testificar de la veracidad del acto salvador más importante en la historia de la redención y de toda la historia de la humanidad. Contrariamente, en el Islam las mujeres son una mayoría en el infierno por su deficiencia inherente intelectual, debido a su naturaleza en la creación y su ingratitud. Estas dos perspectivas o visiones sobre la mujer en estas dos religiones son muy diferentes y en ciertos aspectos totalmente opuestos. Notas 2 El Corán. Trad. de Julio Cortés. Barcelone: Empresa Editorial Herder, S.A., 2000. 3 Citado por Sharp de Hafiz Ibn Kathir, Tafsir Ibn Kathir,Vol. 2: 442. Mi traducción 4 Este sentido de superioridad a la mujer se reflejó en la conducta de un musulmán que conocí en un viaje con mi hermana y otra misionera en Níger. Cuando salimos de la oficina del dirigente más importante del Islam en ese país, el maestro que enseñaba a recitar el Corán en arábico a los nativos negó saludarla con la mano, pero no sólo me dio la mano en un saludo amable y respetuoso sino también me invitó a entrar solo en otra sala para que yo pudiera escucharle a él y a sus compañeros recitar en canto llano el Corán, porque quería que yo apreciara la belleza del lenguaje de su libro sagrado. Días después estuve de viaje con otra misionera y cuando volvimos a ver a ese maestro, él negó saludarla con la mano mientras que a mí me saludó efusivamente con la mano. 5 Norman L. Geisler y Abdul Saleeb, Answering Islam (Grand Rapids: Baker Books, 1993), 173. 15 Geisler la cita (172) y da la referencia en Haykal, 336, 18 Citado en Sharp de Sahih Bukhari, no. 4213, 5085. Sharp 20 Josep Manyer, Cuando el Islam llama a la puerta (Barcelona: Editorial CLIE, 1999), 112. Señala, además, un Hadith que la oración de la mujer en la casa y el patio es mucho mejor que en la mezquita. El libro discute también la circuncisión" o la "excisión" de la mujer que no se menciona en el Corán (116-120) y la práctica sexual (120-125). 21Citado en Sharp de Sahih Muslin, no. 142.
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